Neymar Jr. estaba sentado en el vestuario, revisando tranquilamente su teléfono después de un tenso partido. El sudor todavía brillaba en su frente, pero su mente estaba en cosas más importantes que el fútbol. Abrió Instagram, con la mirada fija en el cuadro de texto y los dedos moviéndose rápidamente mientras escribía:
“Que Deus nos abençoe e nos proteja 🙏🤍🖤”
Una frase breve, pero llena de significado. Para él, no era solo una oración personal, era un mensaje para todos los que lo seguían: su familia, sus compañeros de equipo y sus seguidores. Sabía que más allá de la cancha, la vida estaba llena de desafíos y solo la fe podía mantenerlo firme.
Al presionar “Post”, Neymar se reclinó en su asiento y respiró profundamente. En algún lugar, millones de personas leerían sus palabras y encontrarían consuelo, inspiración o simplemente un recordatorio de que incluso las estrellas más grandes miran al cielo en busca de orientación.