Elon Musk se benefició de la elección de Trump, y la historia detrás de ello involucra una red compleja de cambios de políticas, regulaciones industriales y colaboraciones sorprendentes. Tras la elección de Trump, Musk aprovechó la oportunidad que le presentó la postura regulatoria relajada de la administración sobre la exploración espacial y la energía. En un torbellino de movimientos estratégicos, Musk pudo acelerar los cronogramas de lanzamiento de SpaceX y expandir el alcance de Tesla a regiones que antes estaban restringidas por mandatos ambientales. Tras bambalinas, Musk maniobró hábilmente a través de paisajes políticos, asistiendo a reuniones estratégicas y reuniendo el apoyo de aliados en tecnología y gobierno. Estas conexiones le abrieron las puertas para acelerar su visión, ampliando los límites de los viajes espaciales privados y la energía renovable, todo mientras navegaba en un clima político dinámico que parecía hecho a medida para sus ambiciosas empresas.




